sábado, 25 de octubre de 2008

Partida y regreso




Una vez, hace tiempo, decidí lanzar todas las fotografías a la hoguera. Arrojé todo vestigio de mis recuerdos a los leones del olvido, que los devoraron aprisa, sin remordimiento, sin compasión. Destruí mis libros de poemas y mis historias de mundos fantásticos, aplastándolos como se aplasta a un insecto que incordia. Con asco y resentimiento reduje todo mi pasado a polvo y cenizas. Y lo peor de todo: olvidé a mis libélulas. Aquellas con las que noche y día emprendía el vuelo, bajo la luna, las nubes y las estrellas. Abrí su cuadra y las ahuyenté con un grito de desesperanza, y volaron en todas direcciones hasta perderse en los bosques esqueléticos de aquél gélido invierno.

Caminé, desde entonces, al paso de los caracoles. Me arrastré de un lado a otro acumulando a mi espalda el polvo asfixiante de los estériles caminos, vagando con torpe y babosa lentitud en una dirección incierta que me era indiferente, lamentándome del terrible desatino que era mi existencia. Fui un fantasma entre los hombres y me acostumbré a la soledad que me otorgaba la viscosa transparencia de mi carne. Me recluí a todas horas en el caparazón, que se agrandaba y se hacía fuerte con el tiempo, y si viajaba, lo hacía solamente en una espiral que era cada vez más y más oscura, más y más estrecha, que sólo conducía hacia mí mismo. Ésa fue precisamente la ventaja, la única. Lo que ocurría fuera era atroz y descabellado, sin sentido, estúpidamente inútil. Pero dentro, aprendí a controlarlo todo. Y ese descubrimiento fue maravilloso.




Han cesado los golpes.
Huele a tierra húmeda.
Ya no hace tanto frío.
Oigo un aleteo allí fuera...
¿A ver?


...sí, lo que esperaba.
Las libélulas han regresado. Otra vez.

2 comentarios:

Unknown dijo...

jo ho vaig fer aquest estiu això de cremar/tirar sense compasió, i la veritat es que no m'ha anat gens malament. aquí s'ha d'anar per feina.

a veure quina direcció prendrà tot això. espero que les libelules es quedin aquí, que a mi em fan una mica de por i si han d'anar sueltes pel menjador de casa m'agafarà una crisi nerviosa.

ens veiem aviat :)

mar dijo...

mi señor libelula..